El tomate y sus beneficios
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Se utiliza con
profusión en la alta cocina y su uso más extendido, la salsa de tomate,
está omnipresente en todas las cocinas mediterráneas.
Sus bayas de distintas
tonalidades de rojo -debido a la presencia de un caroteno llamado
licopeno-, tienen un interior carnoso, con la pulpa dividida en
cavidades en las que se alojan numerosas semillas. Se pueden distinguir
tomates de mesa, esféricos y voluminosos; los lisos y pulposos, de uso
industrial para conservas, zumos y otros fines que facilitan su pelado; y
las variedades de colgar.
La calidad de un tomate depende de su
aroma, su consistencia y su sabor. Una textura granulosa que deje
fragmentos entre los dientes causará mala impresión. El aroma de esta
hortaliza proviene más de su corola verde que del fruto y desaparece en
el curso del transporte y del almacenamiento.
Beneficios para la salud
El tomate es una hortaliza refrescante,
diurética y muy alimenticia. Ideal para dietas de adelgazamiento, por su
bajo contenido energético (100 gramos de tomate aportan escasamente 20
calorías), el 95% de su composición es agua, por eso es un vegetal tan
ligero y digestivo. Debido a su acidez, puede no ser adecuado para
personas con estómagos delicados.
Es muy beneficioso para favorecer el
tránsito intestinal por su alto contenido en fibra alimenticia y,
además, apenas tiene sodio, por lo que resulta un alimento perfecto para
personas con hipertensión. Asimismo, el tomate es uno de los mejores
aliados que ofrece la tierra para tonificar y fortalecer el organismo;
de hecho, sus aportes de hierro y cobre favorecen la formación de
glóbulos rojos y la alcalinización de la sangre.
Propiedades nutritivas
El tomate es una gran fuente de
sustancias nutritivas, ya que contiene vitaminas A y C y sales de hierro
de gran calidad. Dos tomates y medio de tamaño mediano reúnen la misma
cantidad de vitamina C que una naranja grande entera; pero en cuanto a
la vitamina A, un tomate contiene la misma cantidad que cuatro naranjas.
Es un extraordinario agente y
complemento en las dietas hipocalóricas y también en las hiposódicas. Un
tomate fresco contiene una mínima cantidad de cloruro de sodio (sal),
de modo que puede utilizarse generosamente para mejorar el sabor de los
alimentos en dietas especiales seguidas por prescripción médica.
Los dietólogos lo incorporan
generosamente en las dietas para adelgazar por tener un muy bajo índice
calórico (150 gramos proporcionan al organismo 33 calorías). Su
contenido de carbohidratos es muy bajo, pero las vitaminas mencionadas y
otros nutrientes lo transforman en un gran aliado en la alimentación de
los deportistas.
Posee virtudes contra las infecciones ya que aumenta las defensas del organismo, ayuda en los problemas dentarios como la paradentosis, los trastornos del desarrollo y la anemia. Según los que saben, tiene un alto contenido acuoso, un buen porcentaje de elementos nitrogenados, colorantes y vitaminas en general.
Posee virtudes contra las infecciones ya que aumenta las defensas del organismo, ayuda en los problemas dentarios como la paradentosis, los trastornos del desarrollo y la anemia. Según los que saben, tiene un alto contenido acuoso, un buen porcentaje de elementos nitrogenados, colorantes y vitaminas en general.
En fin, un tomate fresco contiene tanta
cantidad y variedad de vitaminas que pocos vegetales pueden compararse
con él, especialmente por su aporte de vitaminas A, B, C y E; cuenta
además con elementos fundamentales como Hierro, Cobre, Níquel y Cobalto.
De modo que podremos comer tomate en buena cantidad y sin culpa.
De modo que podremos comer tomate en buena cantidad y sin culpa.